Chile y cambio climático: La sequía llega a su fin, dando comienzo a un largo ciclo lluvioso…

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) en sus informes, concluye que 2017 será probablemente uno de los años más calurosos entre los que se poseen registros, y llama la atención a la comunidad internacional haciéndole ver su preocupación debido a que los indicadores del cambio climático, como el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, el aumento del nivel del mar y la acidificación de los océanos, no han disminuido, sino que han aumentado, y se espera que estos índices se incrementen para 2018.

El aumento de las temperaturas es un fenómeno que ha traído distintas consecuencias, según las condiciones objetivas de las diversas regiones del planeta. En algunos casos intensas precipitaciones, y en otras, prolongadas sequías, como es el caso de Chile.

El profesor Fernando Santibáñez, del Departamento de Ingeniería y Suelos del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la Universidad de Chile, sostiene que el calentamiento global del planeta está provocando que los climas aumenten la frecuencia de eventos que pueden ser amenazantes para la agricultura y para la actividad humana en general, como las ondas de calor, las ondas de frio, las precipitaciones muy intensas o fuera de época, y el viento. “Pero lo más preocupante es la sequía” observa el académico, y asegura que venimos saliendo de una sequía que probablemente es la más prolongada de toda la historia de Chile, iniciada en los primeros años de los 2000, según sus mediciones.

Temperaturas y sequía

Según los datos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), la temperatura de septiembre pasado en la ciudad de Santiago registró la mayor alza desde 1950, elevándose casi 5°C por encima de la media normal. Situación que se repite en casi toda la zona central de Chile, extendiéndose incluso a las australes Punta Arenas y Balmaceda, en donde por primera vez la máxima mensual fue superior 3,4°C, la mayor desde 1960.

Paralelo al fenómeno de las temperaturas, el invierno pasado se consolidó como el séptimo más seco desde mediados del siglo pasado, con 88,6 mm de aguas lluvia caídas, observándose un déficit de 30% respecto al año pasado.

Una de las causas que explican el fenómeno de esta sequía prolongada es la Oscilación Decadal del Pacífico (PDO), que se encuentra en una fase particularmente seca, que unida a la fenomenología del calentamiento global, repercute en un secamiento importante y notorio de la zona central y sur del país.

Nuevo ciclo

El profesor Santibáñez explica que el clima del país históricamente ha pasado por periodos lluviosos y secos. Estos períodos oscilan entre 15 y 20 años según las mediciones registradas, por lo que asegura que estamos ad portas del inicio de un par de décadas de años lluviosos que se iniciarían antes del 2020.

“Es esperable que desde el 2020 en adelante el clima se manifieste más lluvioso, por lo que deberíamos estar en la transición hacia un mejor período para la agricultura”, explica Santibáñez.

El investigador agrega que a la lectura de estos grandes ciclos se debe agregar la variable del comportamiento de ciclos más breves, con años más secos o más lluviosos, producto de la influencia de los fenómenos de El Niño y La Niña.

Fuente: Martín Carrillo O. – Blueberries Consulting

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